Autoridad femenina y el puesto trampa de Liz Truss

Hace unos artículos hablábamos de la posibilidad de fardar para conseguir tus objetivos. Me viene a la mente la serie Inventing Ana disponible en Netflix, basada en la historia real de Ana Sorokin. Puedes leer más sobre esta estafadora aquíDe esta serie, quiero poner el foco es en que ella, mujer, joven y de familia humilde encontró la solución de construir todo un personaje y estafar para tratar de conseguir su objetivo de ser una gran directiva de su fundación. No pretendo con esto justificar las ilegalidades que cometió. Solo quiero decir que ni con esas lo consiguió, pero desde luego siendo ella misma y siendo honesta no habría llegado ni a oler al entorno de personas con las que se codeó y que nunca hubieran cambiado más de dos palabras con una chica provinciana de familia humilde pero vanidosa y con “ínfulas de grandeza”. No es lo mismo llamarte Elon Musk o Steve Jobs que Ana Sorokin.

 

¿Qué nos pasa con conceder autoridad y conocimiento y buenas ideas para el liderazgo con las mujeres? Hace poco hablaba con mi amiga Pepa (nombre ficticio) que lleva 20 años en su mismo puesto de trabajo y hace unos meses han incorporado a un hombre joven y sin experiencia en ese mismo puesto de trabajo ya que ella estaba a demasiadas cosas. Se encuentra con que no ha sido suficiente con repartir ciertas tareas, el chico sigue esperando que ella haga algunas de las cosas que le corresponden a él con excusas. ¿por qué hay señores que llegan a un puesto de trabajo y en el segundo día hablan a mujeres que llevan ahí 20 años como si fueran sus trabajadoras?





Estuve días en octubre horrorizada con el "acoso y derribo" que ha vivido Liz Truss. Ya conocida como la más fugaz primera ministra del Reino Unido y líder del Partido Conservador desde septiembre de 2022. Desde su primer día todo parecía indicar que iba a durar un santiamén, como si de brujería se tratara. Pero eso no nos sorprende, porque es una mujer y damos por hecho que lo va a hacer mal. No importó escuchar descalificaciones a su persona, a su manera de hacer política, a su manera de vestir… o incluso hacer un "juego" con una lechuga para ver si duraba más… efectivamente duró más la lechuga y, a riesgo de confundirme, creo que Liz Truss fue “víctima” de un trabajo trampa (pongo víctima entre comillas porque creo que son gajes del oficio en el que se mueve y del nivel en el que se mueve laboralmente).


Creo que fuera quien fuera quien diera el relevo a Johnson iba a durar poco, siendo del partido conservador y proponiendo recortes menos aún… así que mejor dejemos que sea la mujer la que se pone ahí y luego será más fácil decir que fue por ella en lugar de reconocer que esas políticas no servían para ayudar a la ciudadanía.

 

Creo que Liz Truss cogió un trabajo envenado, las opciones iban entre que fuera mal o muy mal, pero el éxito no era una posibilidad. Para mí Liz Truss pasará a la historia como una valiente que cogió un gran puesto trampa y que de paso ayudó a toda Europa a ver que las políticas neoliberales no sirven para mejorar la economía de la gente en el día a día - por suerte no pudo imitar a Margaret Thatcher, la dama de hierro, a la mujer que supo comportarse como un señor - 


Me parece fuerte no haber oído en lugar alguno una comparación con Boris Johnson. El periódico Libertad Digital: “El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, ha aceptado dimitir después de ver cómo más de cincuenta miembros del Gobierno británico han renunciado en apenas 48 horas, dejando al premier en una situación insostenible. El detonante de la crisis ha sido el caso Pincher, un escándalo de abusos sexuales en el seno del partido torie.” Me habría gustado oír algo que indique que la mujer ha tenido más ética que su predecesor, que ella no se iba de fiesta mientras dictaba leyes que mantenían a toda la ciudadanía en casa, que no se ha pasado por las narices sus escándalos hasta que finalmente ha dimitido medio equipo a su alrededor primero y finalmente él. Busqué en su día alguna información en esta línea y no la encontré, quizá lo haya. Si tú lo has leído o escuchado algo al respecto, te invito a compartirlo en comentarios. 


Creo que este señor las ha liado pardísimas, con cuestiones éticas graves y nadie le comparó con una lechuga o hizo afirmaciones como "está en las cuerdas" o "raramente dure dos días más".  Era un señor realizando un liderazgo arrogante, y desde ahí tiene credibilidad, aunque lo que haya hecho sea una vergüenza. No vivió un acoso y derribo similar al que ha vivido Liz Truss, que no solo fue comparada con una lechuga, sino que fue llamada “la primera ministra más mediocre”. https://www.bbc.com/news/world-62796353.

 

También un diario progresista y con supuestaperspectiva de género atacó a sus cualidades como persona más que a sus políticas. En eldiario.es, Iñigo Sáenz de Ugarte publicó su artículo “Liz Truss y el triunfo de la mediocridad” en el que si el títular ya apunta maneras, continuó diciendo: "De la misma forma horrible con que a veces nacen las criaturas en las películas de extraterrestres, surgió Liz Truss. El resultado, sin embargo, no fue un depredador letal, sino una política mediocre y mala comunicadora que acabó comparada con una lechuga que supuestamente iba a sobrevivir más tiempo que ella en el poder."


 

También en el telediario de RTVE del 25 de octubre de 2022 hablaron del que ese día se convertía en primer ministro, Risi Sunak, como un político que "ensalza a Johnson y señala los errores de Truss". Vaya tela. Faltaba decir: eso nos pasa por poner a una mujer en el cargo, llegó por fin un señor (salpicado de escándalos económicos) a salvarnos. También en esos días de octubre había grandes movilizaciones en Francia y nunca oí una descalificación similar hacia Macron, que claramente tampoco estaba a la altura de la situación política que estaba viviendo.

 

No soy comentarista política ni pretendo serlo y seguro que hay muchos aspectos a tener en cuenta en algo tan complejo. Pero tengo bastante poca duda de que aquí hay una cuestión de la falta de credibilidad y de trato malo, situaciones que viven las mujeres en puestos de autoridad. Algo que no les pasa a los hombres que ocupan esos mismos puestos. Creo que han tirado al blanco contra su persona y no tanto contra sus políticas, cuando nunca se hace este tipo de acciones contra un hombre. No lo hicieron contra su antecesor - quien mostraba evidencias de ser una persona con bastante menos ética - y no se ha hecho contra otros.


No es poco frecuente encontrarte con un cliente/jefe que se muestra tajante perdiendo las formas. Él estará haciendo su trabajo como autoridad, si fuera ella, la juzgaremos de gritona y de pérdida de papeles. Algo que en ellos es un mal día, en nosotras es inaceptable. Siempre es lo mismo: un hombre agresivo es autoritario, una mujer autoritaria genera burlas y grita demasiado. 


Hace unos años, Guadalupe Martín Martín, a quien admiro y conozco personalmente, se preguntaba si escasean todavía las mujeres en carreras científicas y en posiciones de liderazgo en este artículo. 


Por desgracia, siendo simplista y después de escribir estos últimos artículos me sale decirle: “Y lo que nos queda, compañera.” Porque la consecuencias de todo esto es al final extrapolable a todas: nos cuesta aceptar la autoridad de las mujeres en puestos de poder.  Las juzgamos tan duramente que ni la más preparada-womanizer-perfecta va a poder sostener la imagen que exigimos de ella durante mucho tiempo. Así cualquiera se arriesga a tomar la vara de mando…

 

Por todo esto, una vez más: me declaro IMPOSTORA.

 


Artículo financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha 2022.


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