Las mujeres rurales de Cuenca: defensoras del territorio (I)

Cabecera de la manifestación


"Cuenca, despierta:
la mierda está en tu puerta"

La mañana del domingo 13 de noviembre las calles del centro de Cuenca se despertaban con este mensaje, coreado por unas 400 personas procedentes de distintos pueblos de la provincia que habían viajado hasta la capital para manifestarse contra la moratoria a la ganadería industrial que fue aprobada por el gobierno regional y anunciada por el presidente Page como una medida que impediría la instalación de nuevas macrogranjas en la región hasta 2025. Sin embargo, para Pueblos Vivos Cuenca, la plataforma vecinal convocante de esta manifestación, dicha moratoria no ha sido más que "una medida electoralista pues, a la hora de la verdad, ha acabado siendo un auténtico coladero" por las numerosas excepciones que contempla:   

"Todas las solicitudes anteriores a la entrada en vigor no se verán afectadas. Solo incluye al porcino. Con la moratoria también se pueden admitir nuevas solicitudes para proyectos que no necesitan, supuestamente, Autorización Ambiental Integrada. Pero es que justamente en esta moratoria  se ha ampliado, de 2.000 a 2.500, el número máximo de cerdos de cebo con que no se necesitaría esa Autorización. Entonces, hay un goteo enorme de proyectos que rebajan el número de 2.500 a 2.496, lo cual viene a ser un fraude de ley. O se fraccionan los proyectos para intentar eludirla, como ha ocurrido en la Alcarria Conquense (Portalrubio y las pedanías de Huete: Moncalvillo y Valdemoro) junto al Embalse de Buendía: en vez de una de 7.000 cerdos de cebo, han solicitado 3 de 2.496. De esa forma siguen aumentando el número de macrogranjas y animales permitidos, mientras se reducen tiempos, trámites, etc., a la hora de obtener la autorización de las mismas. Macrogranjas que, según se desprende de los propios proyectos, están preparadas para ampliaciones posteriores..."


Entre lxs manifestantes de Huete, Quintanar del Rey, Villalba de la Sierra, Villar de Domingo García, Barajas de Melo, Moncalvillo, Gascueña, Mota del Cuervo..., destaca ostensiblemente la numerosa presencia de mujeres de todas las edades -y muy significativamente de mujeres mayores de 50 años-, que portan gran cantidad de pancartas, cantan consignas siguiendo a la megafonía o charlan entre ellas en un ambiente claramente reivindicativo pero también festivo y creativo donde los coladores fueron esta vez protagonistas, elegidos como motivo simbólico para la protesta.
 
 A lo largo del recorrido, nos acercamos a las manifestantes para entrevistarlas pero, en muchos casos, rehúsan hablar con nosotras porque les da vergüenza o temen "no saber contestar bien" a nuestras preguntas... Algunas nos remiten a otrxs, normalmente hombres. Después de explicarles que nosotras no queremos hablar con hombres y que tampoco buscamos expertas, que lo que nos interesa es precisamente escuchar sus voces, las de las mujeres rurales, saber por qué han bajado hasta la capital, qué piensan de las macrogranjas y de las fórmulas políticas que se están proponiendo para el desarrollo del medio rural, cómo ven el futuro del medio rural..., algunas se animan y acceden a contarnos lo que está pasando en sus pueblos. 
 
 

En el corrillo de Gascueña, Mª Ángeles Almagro nos informa de que "hay proyectadas tres macrogranjas de 6.000 cerdos cada una, total 18.000 cerdos. Somos 150 habitantes. En los últimos años hemos perdido mucha población. Hemos pedido que nos pongan fibra, que nos pongan todo lo que tienen los demás, pero no nos llega nunca, todavía tenemos ADSL... Podría haber una empresa de telecomunicaciones y no la hay gracias a que no hay fibra. La atención médica en el centro de salud son solo dos días a la semana... Venimos a Cuenca a decirles a los políticos que es una moratoria coladero para engañarnos a todos: la han hecho tan laxa que, al final, todos los proyectos que había ya en proyecto, todos van a salir, con lo cual ni se ha regulado ni nos han parado las macrogranjas. Tememos los malos olores, las moscas, y que la gente del pueblo que vive fuera deje de venir a nuestro pueblo, que son nuestra familia también..."

"...Y la contaminación de los acuíferos porque los purines -los excrementos de los cerdos- donde se expanden, es tal la cantidad, que la tierra no termina de absorberlos, se retienen y al final se acaba contaminando no solamente la zona sino un montón de agua, es muy amplio el recorrido que lleva."- Añade su compañera, hija del pueblo, que trabaja fuera y va los fines de semana y a la que le da rabia que por esta razón tenga que ir menos. María Ángeles ha vivido siempre en el pueblo y quiere seguir haciéndolo. Ambas consideran que la construcción de estas tres macrogranjas puede suponer la puntilla para el declive de la localidad.

 

Otra vecina de Gascueña también nos comparte ese mismo temor: "Esto va a servir para que vaya menos gente a vivir a los pueblos, que menos gente se anime... Yo he pensado en vender la casa e irme, sí que lo he pensado seriamente... Puede que esto suponga la muerte del pueblo; ya está un poco muerto porque mucha gente va, pero los fines de semana... Yo creo que la gente que estamos, aunque no vivamos del terreno como agricultores, no nos vamos a quedar, y la gente que es agricultora, ahora no ve el problema pero más adelante cuando esté todo contaminado lo van a ver...  Luego, algo que nosotras teníamos, lo único que podemos vender de nuestros pueblos, es que no hay contaminación, que se puede respirar aire puro y con esto, algunas ideas de empresas que vayan en esa línea ya no se van a poder montar... En el pueblo llevamos una vida súper tranquila, es un sitio ideal para criar a los niños, un sitio de mucha iniciativa personal porque lo que te da el medio rural es que tienes el tiempo y la pequeña comunidad que en la ciudad no se tiene. El tema del tiempo es súper importante porque te da ideas y ganas de imaginar qué puedes hacer en tu pueblo de positivo... Las mujeres del medio rural sabemos dónde estamos, queremos estar ahí y hemos hecho una opción... Que hay otros servicios que no tenemos, que no hay, pero nos compensa... Entonces, que, de repente, una empresa gigante venga y destroce todo lo que nosotras estamos trabajando, no sé, me parece increíble."

 


Más adelante nos encontramos con Merche y su amiga, que prefiere guardar el anonimato, que vienen de Villalba de la Sierra, trabajadora social y funcionaria que nos aseguran que "en nuestro pueblo la gran mayoría está en contra de la macrogranja, la gente a favor es residual, estamos muy unidos en el tema, da gusto..."

"Estamos aquí porque no queremos que nos pongan cerca macrogranjas... que quieren ponerlas en el pueblo limítrofe, Zarzuela... Bueno, no queremos macrogranjas pero ni en nuestro pueblo ni en ninguno: este modelo productivo no nos parece sostenible. Porque además de la contaminación, destruiría muchos trabajos por el turismo... Se llevan dando muchos años ayudas al sector turístico y no tiene sentido que se destruya todo lo que se ha estado organizando durante años." 


Para saber más sobre el caso de Villalba, me mandan a Lourdes Peceño, que es una de las personas más activas en la organización y está más acostumbrada a hablar en público. Ella me cuenta todos los detalles:

 "A los de Zarzuela no les afecta tanto, el problema es para nosotros. Han hecho un estudio y las corrientes de aire, casi el 90% del año, soplan de la zona de la granja hacia Villalba... Y el acuífero, que, según nos ha dicho el geólogo, parece ser del cretácico, que es el que abastece el molino, los estanques de la huertas, eso se lo cargarían... Ya hemos hecho un estudio de los suelos y están ya cargados de nitrificación, así que imagínate si les añadimos purines... Y el problema no es que la pongan, el problema es que, una vez puesta, los permisos para la ampliación ya no necesitan pasar revisión política. Fíjate que Villalba tiene un Parque Natural al lado, 400 plazas hoteleras. Seguimos las pautas que nos dio PRODESE, la Junta, para el progreso y el desarrollo de la Serranía: se han hecho inversiones, casas rurales, un montón de cosas y, ahora, cuando venga el olor a caca, pasen camiones... Porque ahora te dicen: son 5000 madres, pero no, luego después amplían y amplían porque ya no necesitan permisos de la Junta para ampliar. 

Y luego la esquilmación del agua, hay aquí una contraposición: nos dicen que hay que defender el agua porque ya ves qué escasez tenemos, ¿tú sabes el consumo de agua que tiene un mamotreto de esos? Tenemos un estudio que nos mandó Nati, la alcaldesa de Balsa de Ves (Albacete), lo del Alto Pirineo, el ingeniero que vino a vernos y contarnos... Esa gente fue la que nos ayudó a abrir los ojos y nos ayudó... Luego tenemos a gente que colabora para estudiar el suelo, el envenenamiento que tienen las fuentes... 

Sabemos que es una lucha de David contra Goliat, pero mira, está proyectada desde hace 4 años y entre unas cosas y otras no dejamos de luchar... Hemos ido hasta Bruselas con el eurodiputado Florent Marcellesi que era de Equo y nos atendieron, nos escucharon, y nos reconocieron que hay un lobby de granjas porcinas en toda Europa, el tercero en Europa... En Holanda han dado subvenciones para que quien las tiene las quite... Pero aquí de momento... No sé, muy complicado se tiene que poner para que no la hagan... En el Ayuntamiento de Priego se hizo una ordenanza municipal para blindar el pueblo y no permitir la ampliación de la macrogranja que tienen allí. Bueno, pues ASAJA, la Junta y la Diputación han hecho una querella contra esa ordenanza y piden incluso una indemnización al promotor de la granja, Icpor. ASAJA, completamente a favor. Parece mentira que  una asociación de agricultores... Que nosotros no estamos en contra de la ganadería extensiva: Rodri tiene cabras en Villalba y hace queso y llevamos a los niños de los colegios... En Villalba siempre ha habido cerdos y tenían una granja y comprabas y vendían, pero esto... es una pena. Que nos dejen a Villalba como está, porque la gente ha emprendido negocios y hay gente joven que han hecho sus casas rurales, empresas de actividades por el río Júcar..."

La conversación se nos queda a medias: va a empezar el acto de clausura. Hace unos minutos que hemos llegado a la Plaza de España. Las distintas plataformas vecinales se colocan tras sus pancartas, dispuestas en círculo. Empieza el teatrillo. Han preparado una obra de teatro popular con un mensaje claro y sin rodeos, afinado a base de humor y sátira; una farsa muy pedagógica que explica el problema de la moratoria de forma muy divertida. El público se ríe, abuchea, aplaude. Exorciza colectivamente sus miedos y preocupaciones a través de la risa, que es la manera más sana. 

Reírse de los hombres con poder y desnudar sus vergüenzas ante los ojos de todxs ha sido una constante de la literatura popular desde hace siglos en este país. Pues exactamente eso vemos también en lo alto de la escalinata del mercado municipal como improvisado escenario: una sucesión de escenas que nos muestran las corruptelas y miserias en la connivencia entre poder económico y político. Estamos asistiendo a un acontecimiento que dejó de ser habitual en las calles: gente haciendo uso del espacio público, valiéndose del arte como herramienta de la protesta política. Arte del pueblo para el pueblo. 

La jornada termina con la lectura del manifiesto por parte de la Presidenta de la Asociación Pueblos Vivos Cuenca, que recuerda a lxs presentes:

"Año tras años vemos como la provincia de Cuenca pierde población, según los datos ofrecidos por el INE, y todo gracias a las políticas que se están llevando a cabo en la provincia: al mundo rural lo están invadiendo de macrogranjas con sus correspondientes purines, plantas de biogás, tenemos el mayor macrovertedero de Europa en Almonacid del Marquesado y, por si fuera poco, nos quitan el tren, para terminar de rematar a los pequeños pueblos y con ello  a la provincia.

Animamos a todos los conquenses a que se unan para defender el futuro sostenible de nuestros pueblos y reclamar nuestro derecho a vivir con dignidad. No podemos consentir que conviertan la provincia en un estercolero. ¿Es mucho pedir vivir con dignidad en nuestras casas? No somos ciudadanos y ciudadanas de tercera, también pagamos nuestros impuestos como los demás. Necesitamos en las instituciones gente que vele por el interés general, en el que prime el bienestar de la ciudadanía por encima del enriquecimiento particular de unos pocos y del suyo propio. Recordamos, una vez más, que los cerdos no votan." 


[Si quieres descubrir cuál es el papel de las mujeres rurales en esta lucha ciudadana, te proponemos que nos acompañes en nuestro proceso de investigación y leas los siguientes artículos, en que rastreamos, más allá de esta manifestación, qué están haciendo y qué puestos ocupan en la organización del movimiento.]


Artículo financiado por el Instituto de la Mujer de Castilla-La Mancha 2022.



 


 
 
 
 


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