Canciones de amor para el 25N. ¿Qué pensarían nuestras muertas?

 Me vais a perdonar pero esta vez me voy a salir un poco del metro cuadrado rural en el que me muevo habitualmente en esta sección, pero creo que tengo que hacerlo: tenemos que hablar de lo que está pasando.

Está pasando que nos matan, ya lo sabéis, a las mujeres nos matan -en el Estado español y en el mundo entero- por el hecho de ser mujeres. Y en el medio rural también, incluso más en proporción, ya lo contamos por aquí el año pasado. Es la violencia machista que adopta múltiples formas, siendo el asesinato la cara más terrible, visible y mediática de todos los ataques y dolores e injusticias que el patriarcado nos depara. Una violencia secular que no se reduce, a la que no se confronta lo suficiente, que no termina y que intenta visibilizarse hoy y cada 25 de noviembre con el Día Internacional contra la Violencia de Género. Sí, ya sé que lo sabéis. Pero no es eso lo que quiero deciros. Es que tengo que empezar de alguna manera. 

Lo que quiero es preguntaros qué coño estamos dejando que se haga con este día en Cuenca, en qué pantomima lo han convertido algunas instituciones, reduciéndolo a ocio amable y vaciándolo de toda carga crítica y, por supuesto, de lucha y concienciación efectiva.  

Os cuento lo que está pasando en Cuenca capital porque supongo que no será la única localidad del país donde esté sucediendo esto o algo parecido. 

Sí, el 25N las instituciones locales han convocado a las 12h una concentración de repulsa y la lectura de un manifiesto. Bien. Pero decidme de qué sirve el I Ciclo de Conciertos de Música por la Igualdad organizado por la Subdelegación del Gobierno, que según la subdelegada,  trata de sensibilizar a favor de la igualdad y contra la violencia de género a través de la música” valiéndose del “noble” canal de la cultura como vehículo transmisor de los mensajes para llegar a más personas.

 No me malentendáis. No me parece mal, en absoluto, que se utilice el arte como vía para hacer llegar a la sociedad los mensajes feministas de forma más efectiva. Soy consciente de que las artes son poderosas herramientas de persuasión y que calan más hondamente en la gente porque provocan emociones complejas que van mucho más allá de lo que podemos admitir con el intelecto y la razón... Pero valernos del arte por el arte, poner en la forma todo el foco sin dotarlo de un mensaje feminista claro, sólido y tajante es, desde mi punto de vista, un simple postureo que envilece y pervierte nuestro objetivo y ensucia la memoria de las miles de las mujeres asesinadas y un desprecio a las millones que hemos sufrido las violencias machistas en nuestras propias carnes. Porque el 25-N no es el 8-M. Ni mucho menos.  

¿Y cuál es el mensaje contra la violencia de género que se difunde a través de los conciertos gratuitos que se han programado para la ocasión? Pues esto es lo que me indigna, mirad qué programa:

Por un lado, tenemos ‘Ideale’, un recorrido por canciones de amor compuestas por cuatro autores varones e interpretadas por otros dos. ¿Serán estos señores expertos en amor sano e igualitario o habrán cantado a ese amor romántico que existe en el 99% de las canciones y que los estudios feministas han demostrado una y otra vez que está íntimamente relacionado con la violencia de género y el matrato en el ámbito de la pareja? ¿Estamos de verdad alimentando ese fuego? Sinceramente, no lo puedo creer. Por otro lado, 'Menina’: un viaje por la península ibérica a través de músicas portuguesas y conquenses adscritas a seis compositores varones, algunas con textos de Federico Muelas, poeta y periodista vinculado al franquismo, muy feminista y combativo él y su literatura, como podréis imaginar. Parece que ya nos tenemos que dar con un canto en los dientes con que hayan tenido la deferencia de contar con intérpretes femeninas para la ocasión, igual que en el concierto 'Con voz de mujer', aunque solo tres de lxs once compositorxs del programa sean mujeres. Venga, agradezcamos que nos dejan cantar (a alguna también tocar) lo que ellos escriben, organizan y dirigen.

Realmente esto es inaceptable. En estas obras el mensaje feminista es inexistente; al contrario, tira piedras contra nuestro propio tejado. ¿Qué mensaje a favor de la igualdad y contra la violencia de género hay aquí? Ninguno. ¿Qué experta en Igualdad de Género hay tras todo esto? ¿O lo que pasa es que no hay ninguna?

 Pido a las instituciones conquenses respeto para las víctimas de la violencia machista. Pido que no se malgaste el dinero público en espectáculos vacuos y contraproducentes. Que se emplee todo ese dinero en pagar a asesoras expertas en la materia; en contratar obras de artistas feministas realmente concienciadas y comprometidas; en desarrollar programas educativos de larga duración que problematicen la masculinidad y la feminidad hegemónicas, contribuyan a la erradicación de actitudes y modos de comportamiento que favorecen la subordinación y la pasividad femenina, la dominación masculina y el ejercicio de la violencia sobre las mujeres, y doten de modelos de masculinidad menos rígidos y violentos a los chicos y de estrategias contra la sumisión (seguridad, autoestima, confianza en sí mismas, capacidad crítica...) a las chicas.




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