La caza y la épica de la masculinidad.

Hace unos días publiqué una entrada en redes sociales sobre la masculinidad y la caza en la prehistoria que, como el baile del bimbó, está causando sensación. Es por eso que sin haberme planteado antes hacer una entrada más amplia sobre este tema, en este momento estoy sucumbiendo a ello. No me apetece que la riqueza (y la soberbia también) de algunos comentarios dejados en las redes se pierda en las brumas del ruido y la inmediatez de las redes sociales.  

Imagen recogida de aquí

Es muy común encontrarnos con escenas épicas de caza donde un grupo reducido de hombres del paleolítico, atacan con lanzas a un mamut lanudo. Los libros de texto y los museos de historia abusan de este tipo de imágenes puesto que su función es hacernos maravillar con las grandes proezas del ser humano - contar historias grandilocuentes es una de las actividades humanas más usadas cuando queremos impresionar al prójimo - de ahí que estas cacerías tan rudimentarias como heroicas, hayan colonizado nuestra imaginería sobre el hombre prehistórico (la mujer está amamantando y cosiendo pieles en la entrada de una cueva).

En realidad cualquier estudio antropológico sobre la prehistoria es especulativo. Existen una pruebas históricas que han perdurado en el tiempo y esas son invariables, pero las interpretaciones arqueológicas y antropológicas de esas pruebas son siempre subjetivas, es decir, dependen de la forma de mirar y de entender el mundo del sujeto que las mira y las describe. 

La prehistoria comenzó a estudiarse en el s.XIX. Es una disciplina (como casi todas) parapetada tras la mirada victoriana del varón blanco católico, adalid de la ciencia y la objetividad de su tiempo. Era ella una mirada portadora, sin pretenderlo de los prejuicios de la época - homocentrista, masculina, arrogante y condescendiente con cualquier estado del desarrollo de las sociedades anterior a la revolución industrial -esa mirada subjetiva ha sido la base del resto de estudios realizados en esa rama del saber en los años siguientes.

Cabecera del video educativo de Happy Learning sobre el paleolítico.
Puedes ver el video completo en este enlace


Cada día son más los estudios y revisiones de la prehistoria que rompen los esquemas de lo que creíamos sabido - el que más nos gusta en esta revista es el llamado mito de la Diosa, que desentierra las creencias panteistas de la Gran Madre, donde se adoraba a una deidad femenina que era la Tierra entera fencunda y fertil - pero en esta ocasión la cosa va de caza. 

Cada vez existen más estudios que aseguran que nuestros antepasados comían más carne de rata que mamut recién cazado. Son muchos los vestigios de aprovechamiento de pieles y colmillos de mamut, pero podría ser que aprovechasen los recursos de estos animales cuando encontraban sus restos mortales. A la luz de las nuevas investigaciones parece imposible que cazasen un animal tan sumamente enorme. ¿Por qué? porque no tenía sentido correr ese enorme riesgo -pensemos que una pierna rota en el paleolítico era sinónimo de muerte - para  tumbar a una presa cuya carne no podían comer de una vez. No debemos olvidar que nuestros antepasados paleolíticos eran nómadas. No parece tener mucho sentido moverse portando la carga de un animal enorme si en su andar podían encontrar ciervos, corzos, caballos, conejos o cabras, animales mucho más fáciles de cazar, de trocear, y de comer por grupos de aproximadamente 100 personas, que es lo que se baraja que formasen parte de las tribus errantes de esos tiempos. 

Las amigas de PastWomen, arrojan esta imagen costumbrista del paleolítico en el mes de septiembre de su calendario anual. Recomendamos seguir su trabajo de divulgación de la historia con perspectiva de género.

Imagen costumbrista con perspectiva de género del paleolítico. Propuesta de Past Women

Algunos estudiosos como Marvin Harris, sostienen que la especialización del hombre en la guerra es la pieza clave para hablar de caza de animales de tamaños enormes. La formación guerrera y el estamento masculino dedicado a la guerra fue el sublimador del arte de dar muerte a animales enormes y a humanos. Esto viene a suceder a partir de la Edad de los Metales, hasta entonces, no hubo ningún indicio de guerras, ni armas en los enterramientos.

El descubrimiento del metal y la capacidad del hombre para moldear un material duro extraído de la tierra con el que poder realizar herramientas de labranza y armas letales, es según Simone de Beauvoir en la metáfora del herrero, un gran hito en la psique masculina. Según la pensadora francesa es en ese momento histórico cuando el hombre (y digo hombre, sin intención de lecturas genéricas) es consciente de que la naturaleza temida e inabarcable puede convertirse en objeto de su dominio. 

La naturaleza, lo Otro, deja de ser el interlocutor al que hay que escuchar, con el cual hay que mediar, comprender y aceptar si queremos sobrevivir, y pasa ser el objeto que se modela, domina y responde a nuestras demandas. Si hasta entonces la naturaleza circundante era la Gran Madre que todo acogía en su seno, y toda divinidad era femenina puesto que el objeto de veneración era la vida al completo en su ciclo sin fin de nacimiento y resurrección. Ahora comienzan a aparecer los dioses masculinos de la guerra y el fuego y con ellos un entendimiento de la violencia como fórmula de sometimiento entre seres humanos, con los animales y con el medio. 

Falcatas Íberas del yacimiento arqueológico de Alarcos (Ciudad Real). Datadas del 

Erigirse como transformador de la materia a través de la fuerza, impone una fórmula de entendimiento del mundo que colonizará el parecer de los hombres por el resto de la historia conocida. Esta transformación de lo existente a través de la fuerza es la base de todas las colonizaciones y abusos de poder a pequeña o a gran escala. 

Este tipo de engañosas cuestiones hacen de la narración histórica una cuestión solo masculina, que deja en las manos de los hombres todas las hazañas épicas y a las mujeres a cargo de las actividades monótonas, rutinarias y carentes de éxito social. Gracias a este sesgo cultura pensaremos que la imagen de la izquierda es más importante para la evolución de las sociedades que la de la derecha.  

La historia general narra los logros humanos basándose en el uso de la violencia para obtener poder y riqueza, de ahí que la historia oficial que estudiamos en colegios e institutos sea la historia de las guerras entre pueblos para ganar territorios, las batallas entre religiones para hacer valer a sus dioses por encima de otros, las narraciones grandilocuentes de las dinastías reales y sus excesos, las colonizaciones y las sublevaciones, las revueltas... Los libros de historia huelen a sangre y a oro, mientras que la historia de cada quien huele a hogar, a familia, a amistad, a buenos ratos y a la búsqueda de la convivencia pacífica.

Como siempre, para terminar el artículo, os dejo un poco de música como paisaje sonoro para estas palabras. Dicen que la música amansa las fieras y con tal de amasar los ánimos fieros después de hablar de caza y de guerra, os dejamos el enlace a nuestra lista de música de mujeres para la tranquilidad. 


Como curiosidad, me gustaría dejar plasmada en esta entrada la historia de Frau Gauden, la mujer cazadora protagonista del cuento de los hermanos Grimm - que a su vez ellos compilan de la mitología clásica germana -. Frau Gauden es una mujer cazadora a la que le apasiona tanto cazar, que se atreve a decir en voz alta que prescindiría del cielo si se le diera la posibilidad de cazar durante toda la vida. Al oir esas palabras en boca de mujer, "el buen dios" la maldice y la convierte en una cazadora espectral que habrá de recorrer los bosques por toda la eternidad atemorizando a cualquier criatura que se cruce con ella y todas sus hijas - a las que ella había enseñado a cazar - convertidas en perros. 
Este cuento deja clara cual debe ser la posición de la mujer con respecto a estos menesteres de hombres. Saltarse las normas del código de honor de la caza merece un castigo ejemplar que alecciona a cuantas vengan detrás queriendo llevar a cabo actividades que no le corresponden.


Puedes leer todas las intervenciones en nuestro perfil de facebook y la curiosa repercusión que ha tenido esta publicación en el grupo Antiguas civilizaciones, historia universal, arqueología y sus misterios.

Comentarios

  1. Nada más que un pensamiento basado en el sentimiento de la actualidad sin ninguna base científica… las ilustraciones de los libros están basado en pinturas ancestrales descubiertos por la arqueología moderna, es más, las mujeres y niños también participaban de cacerías.. masculinidad?? 😂😂😂😂😂😂

    Marco Cubillos

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  2. Hay que separar la ideología de la ciencia y por ahí aparece el sentido común.
    Hablar del pasado así a la ligera, es muy superficial.
    El "pasado" abarca desde hace un minuto al origen del mundo y sin referencia geográfica pues es igual de ambiguo. Hablemos mejor de ciclos culturales y sociales de grupos humanos específicos.
    La ciencia arqueológica ha encontrado una evolución en los estadios de organización social.
    Más o menos:
    Recolectores
    Caza de pequeños mamíferos
    Pesca
    Agricultura
    Ganadería
    Comercio
    Etc...
    La economía de subsistencia ( o sea, solo para sobrevivir) sí se basaba en lo más fácil de obtener y de conservar. Por supuesto, grupos pequeños, pero en la medida que las sociedades de clanes crecían y se convertían en tribus, aparecían nuevas formas de cacería.
    No es necesario hundirnos en la historia primitiva..la cacería de bisontes, alces y aún en épocas recientes de mamíferos enormes como los mismos elefantes, toros y hasta felinos como leones y tigres, son un hecho evidente.
    Las tribus nómadas del Norte de América, aún cazan al bisonte y lo hacen con técnicas milenarias. Sí, a veces usan armas de fuego cuando es para alimentar.
    Pero también lo hacen a manera de rito.
    La caza del mamut, por lo mismo, no es nada raro. Evidencias hay demasiadas.
    Más peligroso sería cazar un felino que es más veloz,. ágil y astuto.
    Y aún así se cazaban.
    La ganadería surge precisamente de la captura y domesticación de toros salvajes, que también son bastante peligrosos.
    Por último... ¿ Había mujeres cazadoras?
    Ok. La pregunta es válida. ¿ Pero en qué cultura? ¿ En qué época?
    Hay que usar el sentido común también:
    En grupos pequeños, ante la necesidad, seguramente habría dispocisión del grupo para obtener recursos urgentes.
    Pero en condiciones más estables, era mucho más valiosa la vida de una mujer, que permitía reproducir al clan y crecerlo.
    No es cuestión de ideología... Es cuestión de sentido común.

    Tenamaxtli Merkat

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    1. El problema del sentido comun es que depende del contexto, como nosotros no somos cazadores recolectores no podemos suponer cosas de otras épocas basados en nuestro sentido comun de personas modernas.
      Otra cuestión es si como dices, los hombres encontraron estrategias para cazar mamuts eso tambien sería válido para mujeres.

      Manuel Moreno

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  3. Los vestigios sobre los que están hechas estás ilustraciones son abundantes y aún hoy, a cielo raso y por muchas regiones de México y Estados Unidos, es frecuente encontrar puntas de flecha.
    Se cazaba de manera muy sistemática.
    Lo que si es que parece que en el caso del mamut se usaba la técnica de dirigir una estampida a una trampa más que de aislar a un individuo...
    No es posible con los mamuts que como elefantes que eran se defenderían mucho entre ellos
    Justo ahora que hay en CDMX un museo del mamut se hace más fácil establecer la correlación entre grupos humanos y lo que habrán sido grandes manadas de no solo mamuts sino de otros mamíferos enormes también...
    Lo de la visión grandilocuente y machista solo esta en la mente de quién suscribe. Evidentemente activista de los temas de género y equidad.
    En lo que falla al no mencionar es que estas mismas imágenes de caza se han actualizado ya y necesariamente involucran a todo el grupo.
    Por supuesto que a todas las mujeres en edad de ayudar, pero hasta los varones de constitución débil y/o personalidad menos masculina.
    De hecho los vestigios encontrados más recientemente le dan un papel más relevante a la mujer en la vida, cacería y hasta el liderazgo del grupo.
    Aparentemente las mujeres más vigorosas y con liderazgo se podían ganar un papel mucho más allá de solamente criar, curar o cocinar...
    ¡Eso último incluso también lo pudieron realizar los varones de identidad claramente femenina y ninguna inclinación a las actividades guerreras o de caza!
    Algo parecido a los modernos "Muxes".
    ¿Porqué no dicen esas cosas que si son relevantes para el activismo de inclusión?

    Enrique Reyes Ames

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  4. Los últimos descubrimientos permiten aventurar que la dieta paleolítica, en esencia estaba compuesta de: leche de soja, copos de avena, semillas de chía, bayas de goji, harina gluten free, quinoa, tofu, hummus, ramen, sushi, espirulina, kombu, wukame, muesli, rúcula y aguacates...

    Kiko Esperilla

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  5. Anónimo17 octubre

    Tenemos pruebas que tambien el de Neandertal como el Sapiens cazaron elefantes y mammuts. Hay el esqueleto de Lehringen en Alemana con un venablo de madera conservada y puntas de Clovis en huesos de mammuts en los EE.UU.
    No hay ningun problema de conservacion de carne durantes meses y tempos mas largos en temporada glaciales. hace una fosa en el suelo congelado, pon tu carne a dentro cubrela de una capa de piel y rocas para impedir que los lobos o otros la comen y puedes regresar meses despues para consumirla.
    Conocemos muchas armas de cuernos de reno y representaciones de renos en el arte paleolitico. Es la prueba que cazaron animales grandes como renos, caballos y otros!
    El dibujo arriba es una tonteria! en periodos glaciales tuvieron ropas como la de los esquimales, como lo pruebe el enterramiento de Sungir en Russia.

    Jean-loup Ringot

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    1. Este es el mejor comentario de los muchos que ha recibido esta publicación. Supongo que la verdad está en el punto medio. No se pasarían la vida cazando mamuts, ni tampoco comiendo raices y conejos, pero poner en duda el imaginario que nos ha llegado no está de más.

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  6. Anónimo11 noviembre

    Efectivamente, otra vez el investigador masculino del XIX mostrando la hegemonía de la fuerza masculina e Internet está invadido por esta falsa prehistoria.
    No cazaba grandes animales, no hay. Indicios, si roedores, aves, cnnejos adaptados a su tamaño como especie.
    En los yacimientos de aborígenes guanches ídem roedores, se han encontrado.
    Otra cosita en ningún yacimiento de las Islas Canarias se han encontrado esqueletos de perros y dicen que el nombre viene del Latin.... Falso, ya hay otra teoría qe va cobrando fuerza, la zona Marruecos Canarias, era llamada Canarii de ahí viene, se lee en cartas de navegación medievales.
    De perros nada!!
    Canarii era un nombre infiel del Islam por eso no se había reparado entre otras razones...

    Candela.

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  7. "En tiempos pasados, nos inculcaron la idea de que ser hombre implicaba ser fuerte, no mostrar debilidad, y mantener una actitud ruda en todo momento. Sin embargo, ¿realmente esa es la definición de masculinidad que queremos seguir?
    La crianza arcaica nos trajo un legado de silencio y dureza, donde expresar emociones o hablar de problemas era visto como una muestra de debilidad. Nos enseñaron a reprimir nuestras lágrimas, a aguantar el dolor sin quejarnos, y a creer que sería lo correcto incluso con nuestros propios hijos.
    Pero es hora de romper con ese molde. No hay nada de malo en quebrarse, en mostrar nuestras emociones, en buscar ayuda cuando la necesitamos. Ser hombre no significa ser una pared de acero, sino ser humano, con todas nuestras fortalezas y vulnerabilidades.
    Incluso el rol de padre se ve afectado por esta idea errónea de masculinidad. Se nos enseña a ser rudos con nuestros hijos e hijas, a reprimir el cariño y la ternura, creyendo que así les enseñamos a ser fuertes. Pero ¿qué pasa con la conexión emocional, con el amor incondicional?
    Debemos desafiar esos estereotipos obsoletos y abrirnos a una masculinidad más inclusiva, más humana. No tengas miedo de mostrar tu lado sensible, de expresar tus emociones, de ser un padre amoroso y comprensivo.
    La verdadera fortaleza reside en la capacidad de ser auténticos, de aceptar nuestras emociones y nuestras debilidades, de buscar ayuda cuando la necesitamos. No te limites por miedo a ser juzgado, porque al final del día, lo que importa es ser honesto contigo mismo y con los demás.
    Así que deja de seguir el molde impuesto de la masculinidad ruda y distante. Sé valiente, sé tú mismo, y verás cómo tus relaciones, como padre, como pareja, amigo, como hombre, se fortalecen cuando te permites ser auténtico y vulnerable."

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