La Inmaculada Concepción y el sincretismo de la Diosa

¿Sabes por qué ayer no trabajaste? Pues no trabajaste porque en el mundo cristiano, gracias al Papa Pio XI, celebramos cada 8 de diciembre el día de la Inmaculada Concepción.

Yo hasta hace muy poco pensaba que ese día se celebraba la concepción de Jesús en el vientre de María (Inmaculadamente, claro está), pero no…. Es más enrevesado aún, os lo cuento.




La santa iglesia, con su sexofobia cognitiva, quiso liberar la figura de la Virgen María de todo lo que tuviese que ver con el sexo (incluyendo su propia concepción). A partir del s. XIX se decide que Santa Ana, la madre de la Virgen, también concibió a María sin encuentro de los cuerpos. Eso es lo que se celebró ayer: la concepción no carnal de la María de Nazaret. 

María – que si en algo había salido a su madre era en eso de concebir hijos sin roce – redobla la apuesta de su progenitora engendrando sin coito al Hijo de Dios del cristianismo.

"No tuvo forma de dogma de fe hasta que el 8 de diciembre de 1854 con la bula <<Ineffabilis Deus>> el papa Pío IX proclamase que María <<En el primer instante de su concepción, por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en previsión de los méritos de Jesucristo, el Salvador del género humano, fue preservada inmune de toda mancha de culpa original>>. Es decir, que María estaba en la mente de Dios antes de todos los tiempos, y su concepción por tanto estaba ajena al resto de la humanidad que llevamos el pecado original transmitido por nuestros padres en el acto de concupiscencia de la concepción."

Cipriano García Hidalgo Villena

El "cristianocentrista" medio tiende a creer que su mito es el original, pero  vamos….os digo desde ya, que la concepción sin coito de un hijo de dios no es nada original, sino que es una tónica en todas las tradiciones mitológicas. Un ejemplo de ello sería el dios egipcio Horus, que nació a través de una concepción sin sexo, donde Osiris (su padre) se reengendró dentro del útero de la diosa Isis (imagen de la izquierda) y que tiene con María y Cristo muchos paralelismos. 

Paralelismo en la iconografía cristiana y egipcia con una separación de 4.000 años.

¿por qué toda esta historia de dioses paridos por mujeres inmaculadas?

Esto es así porque las religiones no parten de cero, siempre beben de los mitos y los ritos que existían anteriormente. Si cogemos el hilo de la Inmaculada y  – retrocediendo en la historia  - nos remontamos hasta las mitologías prepatriarcales (entre el  30.000 y el 5.000 a.C.) llegamos a una época donde las plegarias humanas iban dirigidas a una divinidad femenina: la diosa Madre.

Este mapa muestra vestigios del culto a la diosa Ver pantalla completa

En esos tiempos lejanos el ser humano no sabía nada sobre reproducción. En las comunidades humanas compuestas por unas pocas decenas de personas se practicaba sexo sin mucho recato con unos y otros indistintamente, pero no tenían ni idea del poder germinador del semen masculino, por ello su mitología hablaba de diosas Madres creadoras de la vida sin barón cerca.

"¿que sabe la cultura primitiva del proceso de transmisión de la vida? 

Sabe básicamente lo que ve. Y lo inmediatamente evidente es que todos los seres humanos, hombres y mujeres, nacen de un cuerpo de mujer. Y es también inmediatamente evidente que una mujer nace de una mujer, crece y se multiplica en nuevos seres que proceden de ella. Lo que era uno se convierte en dos, un cuerpo se convierte en otros cuerpos. 

En esta eterna vicisitud de los cuerpos, el cuerpo de los hombres no puede contener otros cuerpos, no se multiplica, uno no tiene la posibilidad de convertirse en dos. Los hombres permanecen cerrados, finitos en si mismos. Nos parece que exista una continuación, todo concluye y termina entre el nacimiento y la muerte. De acuerdo con esa evidencia, la savia vital del árbol de la vida parece recorrer tan solo las ramas femeninas"

Giuditta Lo Russo. 
Hombres y padres, 46

Con una concepción del mundo precientífica, para las personas que habitaron en paleolítico inferior y el neolítico, era imposible concluir que el coito y gestación estaban unidos.

  • Demasiado tiempo entre el acto y sus consecuencias
  • No todos los encuentros sexuales conllevaban embarazo.
  • El parecido físico no podía ser un dato, puesto que en grupos tan pequeños de humanos, todos se parecían mucho entre si.

La capacidad femenina de dar vida -para aquellos humanos lejanos en el tiempo a nosotros - era pura magia, de ahí la divinización de lo femenino. Para ellos la fertilidad de la tierra y la fecundidad de la mujer eran caras de la gran diosa Madre, y todo este ciclo de vida estaba unido a las fases de la luna como así indicaban las menstruaciones, los partos, las cosechas y las subidas y bajadas de las mareas. 


"La luna era indudablemente la imagen central de lo sagrado para estos pueblos primitivos; su ritmo dual, constante y cambiante, les proveyó de un punto de orientación desde el que medir diferencias, concebir patrones y establecer asociaciones. Su perpetuo regresar a los propios orígenes los impulsó  a recomponer lo que en apariencia se había hecho pedazos. En todas las mitologías hasta la Edad de Hierro (1250 a.C.) se percibía la luna, gran luz brillando en la oscuridad de la noche, como una de las imágenes supremas de la diosa, del poder unificador de la madre de todo. Ella era la medida de los ciclos temporales y de las conexiones e influencias celestes y terrestres. Gobernaba la fecundidad de la mujer, las aguas del mar y todas las fases de crecimiento y decrecimiento. Las estaciones se sucedían en secuencias, al igual que las fases de la luna [...] no resulta sorprendente que la mitología lunar precediese a la mitología solar en muchas, sino en todas, las partes del mundo" 

Anne Baring y Jules Cashford.
El mito de la diosa, p. 40

Después de este recorrido histórico por la mujer fecunda sin macho, os devolvemos al comienzo de este artículo para ver contemplar la iconografía de la Immaculada. Es curiosa su representación con la luna creciente, símbolo ancestral y atributo de la diosa Madre primigenia. Madre de todo tipo de vida (sin intervención del falo).


Dos pinturas de la Inmaculada Concepción. A la derecha por Murillo alrededor del 1665 a la izquierda Zurbarán 1620 y Diosa Astarté de Babilonia del s.II a.C.

La llamada Venus de Laussel, tallada en piedra caliza con utensilios de silex, sostiene en su mano derecha un cuerno de bisonte en forma de luna creciente, con muescas de los trece días de la fase creciente de la luna y de los trece meses del año lunar. En las culturas ancestrales los cuernos son símbolos profundamente asociados a la fertilidad.

Hasta aquí todo encaja para ver el hilo conductor que conecta a la diosa Madre de las mitologías antiguas con María, siempre virgen. En las culturas más antiguas que divinizaban la naturaleza, la Madre tierra moría y renacía virgen cada primavera, pero claro, esta divinidad no tenía anatomía y el sexo para ellos no era un pecado, sino un placer del que se debía disfrutar. Así, al personificar a la madre de Dios, los señores sexofóbicos de la cúspide eclesiástica pensaron que había que liberar a María del pecado original - por si algo de ese pecado pudiera llegarle a Jesús - y así se decidió hacer dogma sobre la virginidad también de Santa Ana (la madre de la madre), de manera que siquiera el olor del sexo de dos generaciones atrás llegara al hijo de Dios. 
Esa es la celebración que existe detrás de cada 8 de diciembre. Gracias a este "salsa rosa sin salsa" la Virgen María, la gran celebridad femenina del cristianismo se aleja de las miserables almas de sus hermanas humanas, a pesar de ser ella también mortal.

Como siempre ponemos la guinda musical a este pastel mitológico de mujeres con un escenario sonoro de nuestro perfil de spotify. En esta ocasión música para la autoerótica sin falo, ahí lo llevas. Que usted disfrute del día de fiesta y de su cuerpo serrano.



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