Un borrado es lo que las mujeres llevamos sufriendo desde que el mundo es mundo, sin ser esto ninguna exageración. Los nombres de las mujeres, que ahora sabemos que han hecho historia, fueron en su día ocultados tras el nombre de su marido, tras un hombre masculino ficticio (como harían las hermanas Brönte tras el apellido Bell y un nombre de varón) o escondido detrás de un Anónimo. Gracias al gran trabajo de visibilización que se ha hecho a través de las investigaciones feministas, ahora sabemos que ese tal "anónimo" solía ser una mujer y que las palabras que esa mujer escribió nunca llevarían su apellido.
Son precisamente las palabras el eje central del libro que hoy reseñamos: El Diccionario de las palabras olvidadas, de Pip Williams (2020), una escritora nacida en Londres que se ha ganado mucho renombre en la literatura en lengua inglesa y que escribe este libro “para dar voz a todas esas mujeres de clase trabajadora que nunca la han tenido”. En el libro, la autora nos muestra el Oxford de finales del s. XIX a través de los ojos de la protagonista, Esme, hija de un lexicógrafo que trabaja en la creación del Diccionario de Oxford. Cabe señalar que la autora se basó en hechos reales en torno a la creación del primer Diccionario de Inglés de Oxford, que se publicó por volúmenes desde 1884 hasta 1989.
Imagen de cubierta recogida de aquí |
Es a través de la amistad que fragua con las mujeres del mercado, como la protagonista descubre todo un nuevo mundo donde las mujeres luchan por conquistar los espacios que hasta entonces solo ocupaban los hombres. Así se introduce en la lucha feminista y empieza a cuestionarse, desde la incomprensión y la rabia interna, por qué hay tantos asuntos sin abrir y sin resolver que, casualmente (o no), solo afectan a las mujeres.
Reseñamos y recomendamos este libro por ser una oda al poder del lenguaje. Su lectura nos hace reconocer la imperiosa necesidad de revisar constantemente el uso que hacemos de él. Poniendo en valor el uso de palabras que reflejen todas las realidades y la eliminación de aquellas que perpetúen las injusticias y desigualdades; pero además por que sus páginas reflejan lo que supone adentrarse en la comprensión feminista: el cuestionamiento, la duda, la motivación, el apoyo encontrado en otras mujeres, la sororidad como bandera y la lucha desde donde cada una pueda alzar la voz o el puño.
En el libro, una de las coprotagonistas de la historia, Tilda, se adentra en el movimiento sufragista y toma el lado más reivindicativo desde las calles y la revolución, mientras que Esme decide usar su voz y tomar el poder de la palabra para poder dar testimonio, a través del lenguaje, de lo que las mujeres de una Inglaterra - que bien podría reflejarse en otros países y épocas - no pudieron decir. Las dos, y muchas otras voces femeninas de la historia, nos muestran su lucha para intentar cambiar una historia que, durante muchos años, fue siempre escrita por y para ellos, con la esperanza de reescribirla con voz de mujer.
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