Consorte del emperador Qianlong y el futuro emperador Jiaquing en su infancia.

Atribuido a Giuseppe Castiglione (Milán 1688-Pekín 1766), Consorte del emperador Qianlong -probablemente Xiaoyichun- y el futuro emperador Jiaquing en su infancia, ca. 1760s. The Palace Museum, Ciudad Prohibida, Pekín.


Esta pintura monumental se ha atribuido a uno de los principales pintores de la corte imperial china de Quianlong, el artista italiano Giuseppe Castiglione. Formado como pintor en Italia, entró en la Compañía de Jesús y fue destinado a las misiones en China. Desde mediados del siglo XVI, muchos jesuitas venían desarrollando uno de los contactos culturales más fructíferos entre Europa y Asia. De hecho, dado que en su mayoría eran intelectuales, muchos llegaron a formar parte del círculo cortesano imperial.


En esta obra vemos seguramente a una de las doce concubinas de Qianlong: Xiaoyichun (1727-1775), nombrada emperatriz póstumamente. Aquí se la muestra como madre del futuro emperador Jiaquing. Se ha creado un escenario ilusorio donde la técnica y la estética china se unen a una perspectiva fingida plenamente italiana, recordándonos las máximas de la ventana albertiana en plena Ciudad Prohibida. Se reproducen las estancias privadas del emperador Qianlong y se configuran como una suerte de balcón de apariciones. A través de esta ventana el poder se manifiesta en su soberanía. 
Xiaoyichun, medio escondida, viste el traje diario y se cubre sus manos para no tocar directamente a su hijo, identificado como príncipe en la cartela amarilla junto a él. 


Se incide así en el carácter sagrado de la monarquía que, como concepto supremo, reside en el joven Jiaquing. Así, el infante encarna el poder legítimo y materializa la continuidad dinástica Qing. Su madre es reducida en la imagen a un papel asistencial tras cumplir su papel en la corte: garantizar la descendencia imperial.



La ciudad de las damas es una suerte de paseo de la fama de grandes mujeres del pasado, desde el mito y la tradición hasta la historia antigua, medieval y moderna. Iremos recordándolas sirviéndonos de diversas obras de arte que a lo largo de la historia han inmortalizado sus notables hazañas. Estas obras más allá del género biográfico, eran referentes de moralidad en los que se mostraban notables ejemplos de comportamiento humano, bien a imitar por su gran virtud o a rechazar por sus vicios según la moral e intereses vigentes. Aspecto éste sobre el que reflexionaremos también, con el fin de crear un panorama femenino que nos ayude a entender cómo la cultura occidental ha definido los ideales asociados a las mujeres.
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