Santa Catalina Tekakwitha: la loba de las montañas.

Cada día son más las historias de mujeres rompedoras que llegan a nosotras, gracias a los estudios de herstory que se están llevando a cabo por todo el mundo.

A veces caemos en el error de creer que no hay nada reseñable y original en las vidas de Santas y monjas, por eso nosotras tenemos nuestra sección Talento de convento, porque las mujeres siempre hemos sido dignas de pasar a la historia, pero la mirada sexista de los poderes fácticos nos pasó por alto. Por eso hoy traigo la historia de esta santa, que es de las que te rompe el esquema de la santidad cristiana. La iglesia católica ha ido dándole importancia poco a poco en el ultimo siglo, declarándola venerable en 1943, beatificándola en 1980. Fue proclamada Santa hace 10 años (2012) por el Papa Benedicto. 

Santa Catalina Tekakwitha vivió en lo que ahora es el estado de Nueva York entre 1656 y 1680 y, hoy, 17 de abril, se celebra su santidad.

Imagen recogida de aquí

¿Qué tiene de especial?

Pues tiene de especial que es la primera santa indígena norteamericana, hija de una mezcla de tribus del pueblo iroqués. Su padre fue el jefe de la tribu Mohawk a los que llamaban los lobos, por ser el lobo su totem animal y su madre una algonquina habitante de las montañas. Su nombre indígena era Tekakwitha que en significa "hija de lobo". Como no podía ser de otra manera, siendo hija de padres con religiones paganas que consideraban dioses a los elementos de la naturaleza. Santa Catalina Tekakwitha es la patrona de la naturaleza y la ecología. 

En las hagiografías sobre la Santa Iroquesa, se cuenta que perdió a su familia a los 4 años de edad por (mira tu que mala suerte) una epidemia de viruela que atacó a la tribu, llevándose a su madre, su padre y su hermano. Quedando ella sola a tan temprana edad en manos de las misiones Jesuitas de la zona. La iglesia la considera una figura clave en la cristianización de las tribus de indígenas norteamericanos de la zona. 

Cualquiera de l@s que vemos la historia desde un punto de vista crítico - sabiendo, como bien sabemos, que la colonización del pensamiento de los nativos americanos fue una historia de imposición violenta - la historia de esta Santa nos lleva a pensar que posiblemente los acogedores Jesuitas, no fueran tan inocentes como los pintan. Todas las biografías de  Catalina Tekakwitha, exaltan la labor de los Jesuitas. Todas las lecturas que he hecho  me han llevado a la idea de que la conversión al catolicismo de Tekakwitha, fue un una estrategia evangelizadora, donde la hija de un jefe indígena podría jugar un papel clave para llevar a los indios a la fe cristiana y a la conversión al poder religioso-político de sus colonizadores. 

Los Jesuitas en esas épocas de expansión y colonización del imperio del cristianismo, tenían como meta ideal crear un imperio cristiano mundial, donde a golpe de sincretismoutilizaban sus herramientas evangelizadoras para hacer creer a cualquier cultura que todos los credos hablan de Dios padre, un ejemplo de ello es la Virgen de Guadalupe de Nueva España

"Los Jesuitas sostuvieron que en las antiguas creencias de los indios ya había vislumbres de una verdadera fe, sea por gracia natural o porque el Evangelio había sido predicado en América antes de la llegada de los españoles y los indios aun conservaban una memoria confusa de la doctrina, en el s. XVII se afirmó y expandió esta idea"

Octavio Paz.
Sor Juana Inés de la Cruz o Las trampas de la fe.

Dicen las fuentes oficiales de la iglesia, que la epidemia de viruela que diezmó a su pueblo también la atacó a ella, dejándola llena de marcas en la piel y con problemas de visión de por vida. Estas marcas desaparecieron el día de su muerte, siendo éste uno de los milagros que la convertirían en santa en nuestra era.

Su amor al Dios de los colonos provocó la aversión de su tribu hacia ella. Temiendo por su vida, huyó a pie más de 300 kilómetros hasta llegar a tierras canadienses, donde fue acogida por las misiones Jesuitas que habitaban la zona, ellos la bautizaron en 1676 y le dieron el nombre de Kateri (Catalina). Allí comenzó su popularidad. Conocida como "El lirio de los Mohawks" rezaba en los campos de maíz burlando la climatología, llenaba las riveras de los ríos de cruces de madera, hizo votos de virginidad (votos de vital importancia para su santidad, por considerar la iglesia a los aborígenes tan cerca del salvajismo  por darse a la carne como animales).

Su director espiritual, el padre Pierre Cholenec, le encomendó la misión de catequizar a niños. Murió a los 34 años en tierras canadienses.


Fuentes:

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