TERESA DE CARTAGENA autora del primer texto feminista de la Península Ibérica.

Teresa de Cartagena nació en Burgos en 1425. Su padre, Pedro de Cartagena era hijo de un rabino burgalés que se había convertido al cristianismo y llegó a ser obispo de Cartagena, de ahí el apellido que tomaron sus descendientes.

Teresa pasó su infancia en el palacio familiar de Burgos hasta que quedó huérfana con quince años. Poco tiempo después se trasladó a Salamanca donde estudió lo que se le permitía a las mujeres en un ambiente universitario reservado exclusivamente a los hombres.  


Cuando tenía alrededor de 25 años padeció una enfermedad que desembocó en una sordera de por vida. En sus interminables horas de silencio se dedicó a la lectura y a la escritura. Actividades que le dieron las destrezas necesarias para convertirse en una de las primeras escritoras de la lengua Castellana. Después de dos décadas de aislamiento escribió La Arboleda de los Enfermos, una obra mística en la que expuso la angustia vivida por tantos años de incomunicación causada por su incapacidad y los beneficios espirituales que este aislamiento trajo a ella. En esta obra, según la historiadora feminista Mª Milagros Rivera Garretas: "Teresa de Cartagena  distinguió dos mediaciones con lo real, o sea, dos horizontes, dos maneras diferentes de estar en el mundo: a una la llamó la de la fuerza y, a la otra, la de la gracia. A la de la fuerza, hoy la llamaríamos social: hablamos de fuerzas sociales, de vida social, de poder social. A la de la gracia, propongo llamarla simplemente humana: humana no en sentido moral sino simbólico, porque no depende de las leyes vigentes sino del amor que yo siento o no siento, cultivo o no cultivo, hacia mis semejantes y hacia el planeta en que vivimos."


La Arboleda de los Enfermos es una obra de tanta calidad literaria que los hombres de su tiempo decidieron no creer en la autoría de Teresa de Cartagena.  Ante las dudas hechas públicas, Teresa, lejos de amedrentarse, decidió escribir un alegato en defensa de la capacidad intelectual de las mujeres: Admiración de las Obras de Dios.

La Admiración de las Obras de Dios, se convirtió en el primer texto escrito por una mujer en la Península Ibérica en favor de los derechos de las mujeres, defendiendo que las mujeres podían llegar a tener las mismas capacidades intelectuales que los hombres, que no era inconcebible que Dios hubiera dado a las mujeres el mismo entendimiento que a los hombres. Todo un alegato feminista en pleno siglo XV.

Página inicial del manuscrito de Admiraçión Operum Dey,
Biblioteca de San Lorenzo del Escorial.

"De ser la henbra ayudadora del varón , leémoslo en el Génesy, que después de Dios ono formado el onbre del limo de la tierra e ovo yspirado en él espíritu de vida, dixo: "no es bueno que sea el onbre solo; hagámosle adjutorio semejante a él". E bien se pordía aquí argüir qual es de mayor vigor, el ayudado o el ayudador: ya vedes lo que a esto responde la razón. Más porque estos argumentos e quistiones hazen a la arrogançia mundana e vana e non aprovechan cosa a la devoçión e huyen mucho del propósito e final entençión mía, la qual no es, ni plega a Dios que sea, de ofender al estado superior e onorable de los prudentes varones, ni tanpoco fauoreçer al fimíneo, mas solamente loar la onipotençia e sabiduría e magnifiçençia de Dios, que asy en las henbras como en los varones puede yspirar e fazer obras de grande admiraçión e magnifiçençcia a loor y gloria del santo Nonbre"

Maravillosamente hábil este decir sin decir de Teresa de Cartagena, muy a la altura - pero bastantes años antes - de los rifirafes verbales de grandes religiosas como Santa Teresa de Jesús o Juana Inés de la Cruz con las esferas religiosas de su tiempo. Lamentablemente, Teresa de Cartegena fue tan grande como desconocida es ahora su obra.

Terminamos el artículo dejando el enlace a uno de los paisajes sonoros relacionados de nuestro perfil de Spotify: "Talento de convento", más de 9 horas de música compuesta por religiosas. 





Fuentes:
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